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Ingeniero con ELA que inspira a miles: “El valor de la vida no se mide en lo producido, sino en lo sembrado”

#BuenosAires | Antonio Barrio, docente de la UBA, enfrenta la Esclerosis Lateral Amiotrófica y transforma la adversidad en motivación para acercar la agronomía y las ciencias ambientales a jóvenes de todo el país.

  • 16/08/2025 • 07:51

TAPA DEL DÍA

A sus 56 años, Antonio Barrio continúa transmitiendo su pasión por la agronomía y la docencia, a pesar de estar de licencia por Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa que afecta progresivamente sus músculos.

Docente de la Universidad de Buenos Aires, Barrio encontró en la enseñanza una fuente de propósito que supera cualquier limitación física. Su objetivo es acercar la ciencia agraria y ambiental a jóvenes que desconocen el alcance de la profesión, mostrando que el valor de una vida no se mide por lo que se produce, sino por lo que se deja sembrado.

“Cuando les contás lo que se hace, los chicos dicen ‘¡Está bueno!’. Hay un prejuicio con los agrónomos, piensan que usamos solo agroquímicos, y les explico que es una herramienta usada con conciencia”, relató durante su participación en el Congreso de Aapresid.

Su recorrido profesional comenzó con desafíos personales y académicos. Barrio estudió Ingeniería Agronómica mientras criaba a sus hijos y trabajaba en empleos que no le satisfacían, demostrando que la perseverancia y la pasión pueden transformar la vida. “Siempre tuve ese signo de pregunta de la Agronomía, y mi esposa le puso el agua para sacarla a luz”, recordó.

Tras graduarse, se dedicó a la docencia universitaria, inicialmente de manera ad honorem, y luego de forma plena, acercando la ciencia a estudiantes de escuelas secundarias, especialmente urbanas. Más de 2.100 estudiantes visitaron la Facultad de Agronomía en 2023, mientras que más de 75.000 participaron en ferias y encuentros educativos.

“Una vez vino una chica a una charla y después me escribió que quería volver. Vino con su hermana, que estudiaba profesorado de biología. Un año después me las encuentro y las dos se habían anotado. Para mí, fue un momento de mucha felicidad”, relató Barrio, subrayando el impacto de su labor en la vocación de los jóvenes.

Antonio Barrio participa de la charla en Aapresid Aprender, compartiendo su experiencia y motivando a los estudiantes pese a la ELA. (Foto: Aapresid).

A pesar de la ELA, mantiene un mensaje de esperanza: “Estoy en una etapa complicada de la vida, pero mi idea es seguir sembrando. Quiero invitar a las empresas y a los agrónomos a abrir las puertas de sus establecimientos y fábricas, porque los chicos no saben lo que hacemos. Nuestra forma de vivir es hermosa, y tenemos que cambiar el modelo de que sin campo no tiene sentido estudiar Agronomía”.

Antonio enfatiza la importancia del sector agropecuario para el país: “No somos malos, nos gusta producir más y mejor para un mundo que no deja de crecer en población, pero con una superficie escasa”.

Con cada charla, visita de estudiantes y anécdota compartida, Barrio demuestra que la pasión, la vocación y el compromiso pueden superar cualquier adversidad, dejando una huella en las nuevas generaciones de agrónomos.

Opinión pública: Su historia ha generado impacto en estudiantes y docentes, mostrando que el ejemplo de vida, la resiliencia y la entrega educativa son más poderosos que cualquier enfermedad. Antonio Barrio se consolida como un referente de inspiración y enseñanza.

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